viernes, 23 de mayo de 2008

El mejor fichaje

Final de temporada.

Aún resuenan en nuestra cabeza los gritos de los vecinos de pasiones celebrando goles y triunfos pasados.

Final de temporada. Un nuevo universo se abre ante el eterno futbolero, sevillista para mas seña en mi caso. Un baile de nombres etéreo a nuestro alrededor, y en el horizonte un único momento, el primer partido de liga de la siguiente campaña.

Resurgen del pasado viejos sueños de fichajes, que unidos a ilusiones nuevas, parecen confortar al sevillista que os escribe ante la “caló” que nos espera en los próximos meses de eurocopa.

Suposiciones, rumores, conjeturas:
“Niño, ¿has escuchado quien viene ya?”.
“No, papa, no he oido nada, pero se que se va Keita”
“¿Que se va Keita?, pero si este estaba agusto, ¿no era Luisfa el huidor?”
“Noooo, ahora O´fabuloso parece que no acaba de escaparse…”

Conversación familiar para muchos de nosotros. Conversaciones similares recibirán la vida en nuestras bocas en los próximos días, haciendo cábalas de alineaciones y plantillas.

Sin embargo, nadie acaba de comprender quien es la pieza clave de todo este engranaje. ¿Acaso no lo veis? LLeva años en el Sevilla, luchando, sufriendo, riendo en las alegrias. Disfrutando de las copas, de los premios de mejor equipo del mundo. Llorando con las eliminaciones de copa, con los goles injustos en descuentos de partidos infames que nos roban accesos a Champions…

Lleva años a nuestro lado, en lo bueno, pero también siempre en lo malo. Siempre, en el fondo, animando. Siempre animando.

Por él nacimos lo que somos, sevillistas, por él somos hermanos frente al enemigo, disfrazado de verde pradera y blanca luna. Por él nuestras gargantas son una cantando al Sevilla para llevarlo en volandas a cualquier triunfo.

Por él nuestro Sevilla es cada vez más grande, gigante. Por él nuestro Sevilla no caerá nunca, porque siempre estará para levantarlo, una y otra vez, una y otra vez, siempre.

Con él, el Sevilla tiene asegurado el triunfo, pues es el mejor fichaje que un equipo puede hacer jamás. Además el Sevilla sabe que no está sujeto a clausulas, que no lo abandonará en mitad de una temporada a su suerte, que nunca cambiará de camiseta. Con él cualquier temporada vale la pena.

¿Aún no sabeis ponerle nombre? Pues él no es otro que nuestro corazón sevillista, nuestra roja fuente de vida, nuestra explosión de sevillismo… No es otro que ese que nos late en el pecho soñando ser escudo.

SEVILLISTAS, EL MEJOR FICHAJE, SIN DUDARLO, NUESTRO CORAZÓN ROJO Y BLANCO.

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