jueves, 22 de mayo de 2014

Carta de amor prestada

Una carta me pides, de amor, para más señas. Pero no sé si capaz yo fuera de volcar sólo en letras lo que siento en éste que siempre late como si tu nunca estuvieras.

Ayer buscaba un motivo, una escusa, una quimera, que me llevara a volver a verte y a hablarte como aquella vez primera. Rebuscaba y buscaba, más sólo una acudía a mi mente... Porque no puedo estar sin tu mirada.

Tu mirada de penumbra, que me llena, que me aguarda, tras las horas en vela que nos separan y nos alejan. No se vivir sin ver tu cara, porque no sería vida o acaso viviría pero en desgracia y rebeldía.

La luz que en Mayo con fuerza calienta tus suaves mejillas es menos luz cuando mis ojos con tus ojos miras. Y no atino ni a respirar con leve fuerza si te acercas con sigilo y siento tus latidos como si fueran casi míos.

Abre la noche de tu cintura. Abre tu noche, que me desvela.

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