miércoles, 12 de abril de 2017

Un martes cualquiera

Incienso y oscuridad.

Desde escasos dos metros, la pureza de la Encarnación me contempla mientras rezo, pidiéndole un año más que vaya todo bien. En mi mano siento el calor de una mano pequeña, que imita mis gestos sin saber exactamente que es lo que imita. 

Cierro los ojos y el perfume me rodea, huele a primavera. Abro los ojos de nuevo y me derrito como la cera que muere junto a su cara, sacrificándose por darle la luz que no le hace falta. De pronto un golpe seco, salgo del trance y vuelvo a sentir la ropa ajustada al cuerpo.

domingo, 24 de abril de 2016

El parque

A veces le gusta concentrarse en los charcos de agua que se forman en el camino de tierra amarilla. Las gotas van cayendo y producen diminutos agujeros en la superficie, y después desaparecen como si nada, todo vuelve al lugar que le corresponde. Mientras corre escuchando a Mozart su mente navega por esas pequeñas bolsas de agua, y se siente libre, lejos de todos los problemas que un instante antes la amenazaban y le dificultaban la tarea de atarse muy fuerte los cordones.

miércoles, 30 de marzo de 2016

La noche del Tango

La noche se hacía esperar. No sabía si era una sensación, simplemente, o era la Tierra la que había decidido frenar su eterna carrera y detener el tiempo a su alrededor. 

Solamente unos minutos antes había estado preparando la estrategia, lo llevaba haciendo desde hacía una semana en realidad. Lo deseaba tanto como aquellos sueños que tenía siendo niña y que nunca encontraron la manera de ver la luz, esos sueños que eran claveles incrustados en el rosal de su pecho, bellos pero fuera de lugar.